martes, 17 de junio de 2014

Alzare mis ojos a los montes


Alzaré mis ojos a los montes; 
¿De dónde vendrá mi socorro?
Mi socorro viene de Jehová, 
Que hizo los cielos y la tierra.
No dará tu pie resbaladero, 
Ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá 
El que guarda a Israel.
Jehová es tu guardador; 
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.
El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.
Jehová te guardara de todo mal;
El guardará tu alma.
Jehová guardara tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre. 

SALMO 121




Sin duda alguna, uno de mis Salmos favoritos...

Qué bueno es tener la certeza de que el creador de todo lo que existe está velando por nosotros día y noche, sin descanso, y así como lo refleja este salmo, Dios jamás permitirá que suframos algún daño.
Pero qué pasa cuando sentimos que nada nos sale bien y Dios parece estar más lejos que nunca, sentimos que no nos oye, que no nos habla, de repente nos invade la soledad, la tristeza, el resentimiento y necesitamos desesperadamente que Dios llene ese gran vacío.                                               
Podríamos pensar que esta promesa no se cumple en nuestras vidas, pero que tal si pensamos.. "las cosas tal vez podrían estar peor". Solamente Él sabe de qué males nos ha guardado, cuantas veces ha limpiado nuestro camino, cuantas veces ha enviado ángeles a protegernos a lo largo de nuestra vida cada vez que cometemos una imprudencia. No podemos verlo, y muchísimas veces ni lo podemos sentir, pero SIEMPRE está.
El está siempre a nuestro lado, dice que es nuestra sombra, que nos guarda durante el día y la noche, EL NO DUERME, nos dice que guarda nuestra salida y nuestra entrada PARA SIEMPRE.
Si piensas que no ves esta promesa cumpliéndose en tu vida, te invito entonces a alzar tu mirada y dar un grito de SOCORRO!.... EL es tu socorro, tu pronto auxilio, quien ha prometido guardarte, cuidarte, protegerte aun en medio de la tribulación. Su palabra dice que aunque pasemos por las aguas, por los ríos y aun por el fuego, El estará con nosotros (Isaías 43).

Alza tus ojos, levanta tu corazón al Dios todopoderoso y podrás ver como viene la ayuda que tanto necesitas…

Aprópiate de esta promesa!